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Entrevista con Scheherezade Surià - febrero 2016

Entrevista con Scheherezade Surià - febrero 2016 - Algo para traducir

 1. Scheherezade, sabemos que eres una traductora conocida y reconocida y que desde jovencita te encantaban los idiomas. ¿Es esa pasión que te llevó a iniciarte en este gremio la que perdura y consolida cada uno de tus clientes, de tus colegas profesionales y de tus alumnos? ¿Cuál crees que es el ingrediente secreto (o, al menos, uno de ellos) para no desistir en el empeño cuando empiezas como autónomo en la carrera de traducción?

Sin duda, la pasión es la que te da fuerzas en épocas de saturación o de desbordamiento de trabajo. Con lo solitaria que puede ser esta profesión y las dificultades para organizarte el trabajo, es necesario que te apasione lo que haces. De hecho, la idea de crear el blog y abrir una cuenta en Twitter, por ejemplo, vino de querer compartir estas pequeñas (o grandes) cosas de la profesión que tal vez solo entendamos nosotros.

Otros ingredientes son el tesón y la paciencia. Al principio hay que llamar a muchas puertas, rellenar muchos formularios, enviar muchos correos y realizar muchas pruebas de traducción, pero poco a poco todo llega. Cuesta hacerse una cartera de clientes y luego hay que trabajar bien para mantenerla. A veces pienso que nuestra profesión es una amante exigente en este caso y, como cualquier relación, hay que cuidarla todos los días.

 

2. Por lo que se oye y por lo que se puede ver, tanto en tu página web www.las1001traducciones.com, como en tu blog enlalunadebabel.wordpress.com, tienes un perfil muy polifacético dentro del campo de la traducción y la interpretación: eres una escritora activa en tu blog; das charlas, clases y concedes entrevistas; y te dedicas a la traducción literaria y audiovisual (algo me estaré dejando por ahí…). ¿Cómo consigues compaginarlo todo? ¿Y, encima, hacerlo bien?

Si la pregunta subyacente es si uso portales del tiempo, no, me temo que no y en caso afirmativo tampoco podría decírtelo. No, ahora en serio, creo que es cuestión de mentalizarse. Con el trabajo intento ser muy consciente de los plazos para respetarlos y no ir con la lengua fuera a última hora, aunque no siempre lo consiga. En cuanto al blog o las redes sociales, las considero parte también de mi trabajo y de ahí que intente actualizarlo todo con frecuencia. Por suerte, se pueden dejar preparados los contenidos y es perfectamente posible sacar adelante el trabajo y la parte más social.

En cuanto a las charlas y entrevistas, siempre intento encontrar tiempo, aunque en ocasiones sea difícil, como lo es últimamente porque –por suerte, y no me voy a quejar– tengo mucho trabajo. Siempre digo que es un honor que a una la inviten a jornadas de traducción y conferencias por el estilo porque, a pesar de estar tan presente en redes, me considero una obrera más de la traducción.

Sobre lo que comentas de hacerlo todo bien, bueno, lo intento. Siempre va a haber detractores, como en todo, pero con pasión por lo que haces, ilusión por compartir y ganas de ayudar, se pueden conseguir muchas cosas. Y si tengo truquillos para esto serían dos: ponerme un plazo y dejarlo todo apuntado. Si no, con tantas cosas, se me va la cabeza con facilidad.

 

3. En particular y referente a tu blog enlalunadebabel.wordpress.com, ¿qué te ha llevado a publicar de una forma tan activa sobre temas relacionados con el lenguaje y los idiomas y, por ende, sobre la traducción y la interpretación? Tienes un toque especial para ciertos temas que pueden ser considerados polémicos o tabú, dependiendo de quien los trate, sin herir los sentimientos de nadie y, además, sin tapujos, vas directa al grano. ¿Qué te impulsa a escribir o a elegir el tema?

Abrí el blog en 2011 tras terminar el Máster en traducción audiovisual (UAB). Una profesora nos dio algunas pinceladas sobre cuestiones laborales y esa fue una de sus recomendaciones. Empecé a darle vueltas al tema y llegué a la conclusión de que estaría bien compartir con los demás las cosas que me pasaban en el trabajo, las dificultades que me encontraba o los asuntos lingüísticos de los que no puedes hablar con tus amigos no traductores. (Sí, puedes hablar de estas cosas, claro, pero estás tú más emocionada o te encienden más ciertas cuestiones que a ellos… y al final acabas dándoles la chapa).

En cuanto al tratamiento de los temas, siempre intento andar con cuidado por varios motivos. Primero, porque no tengo la verdad absoluta de todo, ni soy experta en todos los temas; simplemente doy mi visión de las cosas según me las he encontrado traduciendo, por ejemplo. También creo que el respeto es esencial hagas lo que hagas y escribas de lo que escribas. En ese sentido y en general, muchas veces hablamos de errores de traducción, pero no sabemos el contexto de ese encargo, las condiciones con las que tuvo que trabajar el traductor o cuántas manos más pasaron por esa película, libro, etc.

La elección de los temas depende de varios factores. Tengo una lista en la que apunto los artículos que me gustaría escribir (consejos para encontrar trabajo en traducción editorial, los fansubs en anime, errores típicos de los principiantes, los referentes culturales en las novelas chick lit, etc.) y luego están las ideas que se te ocurren al momento después de leer una noticia o por algo que has descubierto al azar. El hilo conductor siempre son los idiomas o la traducción, pero muchas veces las reflexiones van más allá. En este sentido no tengo ninguna estrategia de SEO ni nada por el estilo: siempre escribo sobre lo que me gustaría leer.

 

4.  Como sabes, en www.algoparatraducir.com queremos acercar grupos tan próximos y, a veces tan distantes, de un mismo mundo: el de los amantes de las letras que nos dedicamos a la traducción, a escribir libros o a publicarlos. ¿Cuál crees que es la situación actual española (y extranjera, si conoces el caso de otro país) de la traducción literaria? ¿Crees que hay cierto entendimiento desde el principio de la relación profesional o, por el contrario, para entablar una hay que romper un hielo que parece hierro forjado?

Suele decirse que es difícil encontrar trabajo en traducción literaria en España y es una realidad. Muchas veces los editores ya tienen a traductores de confianza a quienes les confían las traducciones, pero siempre hay posibilidades. Además, en estos últimos años han aparecido muchas editoriales independientes y nunca se sabe. Por eso recomiendo siempre estar al tanto de lo que se publica, aunque sea yendo directamente a las librerías.

Superado ese primer «escollo», es cierto que hay que negociar también para conseguir unas tarifas y unas condiciones adecuadas. Los plazos suelen ser muy cortos para la atención que debes prestarle al texto y la retribución no suele compensar. Por desgracia, no todas las editoriales dan su brazo a torcer, pero ahí estamos, hay que intentarlo.

 

5. Como traductores y escritores, consideramos que la traducción literaria juega un papel importante a nivel cultural, social y hasta educativo, ¿Qué opinas?

Que así es, sin dudarlo. Y no solo la literaria, pensemos por ejemplo en la gran cantidad de artículos periodísticos traducidos que nos acercan realidades que desconocemos o de las que no somos plenamente conscientes. Pero sí, la traducción editorial, como trasvase de pensamiento y del entorno sociocultural de un autor, de su bagaje en un contexto determinado, no puede hacer más que enriquecernos. Y no solo hablo de novelas sesudas, que conste, también de lo que otros denominan «novelillas de aeropuerto». Considero que se puede aprender siempre de todo en mayor o menor medida.

 

6. El porcentaje de libros traducidos en España es elevado, si no me equivoco, ronda en torno a un 60% de los libros publicados. De hecho, a diferencia del Reino Unido, que distingue entre literatura y literature in translation, para nosotros todo es literatura. Cuando entramos en una librería o en una biblioteca no solemos preguntar, “disculpe, ¿dónde está la sección de ‘libros traducidos’?” Además, como es sabido, las tarifas de la traducción literaria son de las más bajas. ¿Por qué crees que se da esta situación? No es ni menos importante, ni más fácil que otro tipo de traducciones.

El lector ocasional seguramente no preste atención a la traducción, es como si no existiera. A veces creo que muchos piensan que lo hace una máquina sin más… o unos duendecillos. El lector empedernido puede que sea más consciente, pero aun así, como bien dices, no, no se pregunta ni se interesa uno por la traducción a no ser que esté muy metido en el tema. La suerte, por otro lado, es que libros traducidos y no traducidos conviven por igual en librerías y bibliotecas.

Y sí, son bajas en comparación con todo el trabajo que comporta. Sale más a cuenta traducir un manual técnico de doscientas páginas que una novela de la misma extensión. Supongo que se escudan en que lo que cobramos por libro traducido se considera una especie de anticipo por lo que luego se gana por ventas, aunque el traductor no suele tener beneficios de ese libro a no ser que sea un gran éxito de ventas, como lo fue por ejemplo la trilogía de las Cincuenta sombras. Desde luego, por el trabajo que supone, debería estar mejor retribuido.

 

7. Los libros se conocen por los autores, sin embargo, en países con una lengua diferente a la del autor, se conocen gracias al trabajo de los traductores. En vez de preguntarte por tu escritor favorito, ¿quién es tu traductor literario preferido? ¿Por qué? ¿Cuál es el libro más famoso que ha traducido?

¿Mi traductor preferido? Miguel Sáenz, sin lugar a dudas. Para mí es un auténtico gentleman de la traducción, sobre todo por haberse ocupado de grandes autores como Kafka, Faulkner, Rushdie y Grass. Ha traducido grandes obras y libros de gran calado, pero me quedo con la traducción de La historia interminable por motivos puramente emocionales y es que fue mi libro de cabecera de pequeña (y aún más después de ver la poca justicia que le hicieron con la película). Y, desde luego, también por las dificultades que debió de suponerle el libro, con tantas referencias culturales, neologismos e invenciones terminológicas, rimas, etc.

Además, Sáenz es el autor de una de las mejores citas que he leído sobre traducción: «Traducir es la forma más atenta e intensa de leer; además, da el placer de escribir sin el dolor del que tiene que crear algo totalmente nuevo».

 

8. En relación con la pregunta anterior y con nuestra profesión, ¿cuáles crees que son las cualidades adecuadas para ser o llegar a ser un excelente traductor literario?

Leer mucho y tener buena pluma. Debes defenderte bien con la escritura, tener un buen bagaje cultural y curiosidad a partes iguales. Cada libro es un mundo distinto y a veces hay que entrar en ellos con salacot y unos buenos binoculares para leer bien entre líneas. Cada libro es una nueva aventura que hay que descubrir y que te hace aprender cosas muy distintas cada vez, aunque en un principio no lo parezca.

¿Algo más específico? Saber puntuar y atreverse también a despegarse del texto. Tal vez en una traducción técnica haya más repeticiones y debas ceñirte más al texto, pero en una novela, un cuento, hay que atreverse a variar, a respetar al autor y a la vez conseguir que la narración suene tan fluida y natural que nadie diría que es una traducción. Hay que conseguir que a nuestra prenda traducida no se le vean las costuras del idioma original.

 

9. Sabemos que las traducciones envejecen. ¿Crees que esto ocurre con mayor o menor frecuencia en las traducciones literarias? ¿Crees que pueden sobrevivir más tiempo? ¿Deberían volver a traducirse –o transcribirse– de tanto en tanto?

Me parece que últimamente se retraduce más por motivos comerciales y no por el puro envejecimiento de la traducción. Personalmente, me gusta leer novelas antiguas que se tradujeron hace tiempo y que puedan dejar ese regusto a tiempos pasados. Para mí ya está bien que prevalezca la traducción original y no considero que una gran obra necesite una revisión cada cierto tiempo. Está bien comparar luego las versiones, desde luego, porque son maneras distintas de leer, comprender y trasvasar el texto, pero no lo considero necesario.

Y en cuanto a las traducciones en sí, por mucho esmero que se ponga en no usar localismos o expresiones que puedan pasar de moda en un santiamén, en cada época y lugar se usan más unas locuciones que otras y es inevitable que dejen huella. Sin embargo, hay que pensar que eso sucede con la obra original, que está escrita y enmarcada en su tiempo.

 

10. Por último, voy a pedirte que des un consejo o, si no, al menos, una sugerencia, a un traductor novel y a un traductor que lleva tiempo en la profesión. Para acotar un poco, centrémonos en los literarios.

A lo mejor suena a perogrullada, pero el consejo es trabajar y no dejar de aprender, y todo eso sin perder la paciencia. Paciencia para los que empiezan y no acaban de ver la luz, porque si siguen llamando a las puertas, si se preparan materiales para presentarse a editoriales, si no se dejan desmotivar por comentarios negativos («La traducción literaria es un mundo muy cerrado»), todo llega. No todo es de color de rosa, pero tampoco es negro como la pez.

 A los compañeros que ya llevan tiempo, paciencia también cuando vienen las temporadas de menos trabajo, porque ya se sabe que esto es como una montaña rusa. Y ganas de seguir mejorando; leer mucho y aprender sobre lo que se cuece en el mundo de la traducción, que no estamos en una torre de marfil y siempre hay mil cosas que aprender para seguir mejorando.

 

Mª Carmen de Bernardo Martínez

Entrevista con Alison Layland - septiembre 2015

Entrevista con Alison Layland - septiembre 2015 - Algo para traducir

1. Ser traductora no fue su primera elección, pero sí su “primer amor”. ¿Qué le llevó a dedicarse a la traducción tras sus primeros trabajos alejados del mundo lingüístico?

Hice la carrera de Lenguas Modernas combinada con lenguas anglosajonas, nórdicas y célticas. Como no estaba directamente relacionada con el campo de la traducción, no recibí el consejo adecuado sobre cómo comenzar en el mundo de la traducción, por lo que al principio seguí una carrera completamente diferente en peritaje. Tras algunos años en la profesión se me presentó la oportunidad de un despido voluntario, así que agarrándome a esa oportunidad y tras haber ganado varios años de experiencia en el mundo de los negocios, me sentí suficientemente segura para establecerme como traductora autónoma, profesión a la que llevo dedicándome con éxito desde hace unos 20 años.

 

2. ¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de establecerse como traductora autónoma?

Por una parte, ha sido una cuestión de confianza y seguridad, y por otra, conseguir contactos y recibir ofertas de trabajo. Me llevó algunos años establecer mi red de clientes –trabajo principalmente para agencias de traducción en la parte de mi trabajo que corresponde a traducciones comerciales–, pero una vez que lo conseguí, debido, en mi opinión, al buen trabajo realizado, pronto tuve todo el trabajo que podía asumir, incluso más. Mi experiencia en peritaje me permitió, en un principio, ofrecerme como traductora especializada en construcción, arquitectura y jurídico, así que el primer trabajo de traducción fue sobre todo de carácter comercial. Durante los años he conseguido incrementar el porcentaje de traducción literaria, además de poder dedicarme a mi faceta como escritora de ficción.

 

3. ¿Qué consejo daría a los traductores noveles que tratan de abrirse camino en este sector?

Diría que es una cuestión de perseverancia, confiar en tus cualidades y establecer una red de contactos tan amplia como sea posible. Piensa en el conocimiento y cualidades especializados de que dispones y úsalos para auto promocionarte. Existen algunas redes de contactos muy buenas entre traductores, es una amplia profesión autónoma y siempre he encontrado traductores colegas que me han ayudado y apoyado muchísimo.

 

4. Fuera del mundo de la traducción y de la interpretación se confunde a veces la función del traductor con la del intérprete. ¿Considera que se ha creado un estereotipo en torno a la figura del traductor (o del intérprete)?

No creo mucho en estereotipos, pero es verdad que lo que hacemos necesita con frecuencia cierta explicación y también diferenciar entre traducción e interpretación, además de matizar que la mayoría de los traductores (yo misma incluida) traducimos normalmente de la lengua extranjera a la lengua nativa. A menudo tenemos que explicar la forma en la que cobramos por nuestros servicios y el hecho de que no siempre se puede proporcionar un presupuesto exacto, sobre todo si se trata de una petición o texto poco usual, sin haber examinado primero en profundidad el propio texto.

 

5. Tiene publicada su primera novela, Someone Else´s Conflict, ¿qué le llevó a escribirla? ¿Tiene en mente escribir una segunda novela?

Empecé a escribir ficción hace 15 años como consecuencia indirecta de haberme mudado a Gales y de aprender su lengua. La novela está inspirada en mi amor por los cuentacuentos (el personaje principal es un contador de cuentos) y en una creciente fascinación por los Balcanes, su cultura y su historia reciente, que conforma el trasfondo de la historia. Quería incluir aspectos del conflicto en Croacia, pues apenas se conocen en el Reino Unido, y fue la guerra simultánea en Bosnia la que captó la mayor parte de mi atención en aquella época.

Actualmente estoy comenzado a escribir mi segunda novela y espero poder forjar una carrera como escritora de ficción a la vez que continúo como traductora literaria.

 

6. ¿Qué dificultades ve a la hora de que editoriales extranjeras se interesen en la traducción de su libro?

El conocimiento que tengo del mercado editorial queda reducido por el momento a lo que aprendí desde que se publicó mi primera novela, por lo que apenas conozco los problemas a los que las editoriales extranjeras se enfrentan. Hasta la fecha, la novela ha sido bien recibida en el Reino Unido, y aunque la mayor parte de la historia se desarrolla en la Inglaterra actual, espero que la historia croata subyacente suponga un atractivo internacional.

 

7. ¿Cree que en todo traductor hay un espíritu oculto de escritor? ¿Qué diferencia siente a la hora de escribir frente a traducir?

Creo con firmeza que para traducir bien, comprender la lengua de origen es tan importante como ser capaz de escribir bien en la lengua de destino. Una traducción literaria es una obra por derecho propio, aunque son las palabras originales del autor las que como traductor transmites en otra lengua. Por ello, todo traductor literario es también un escritor. Muchos traductores literarios también escriben, aunque no es ni tiene por qué ser el caso.

Cuando traduzco una obra de ficción me siento involucrada con los personajes y la historia, aunque la relación existente entre ellos y yo no es tan intensa ni tan obsesiva como la que tengo con los personajes y la historia de mi libro, pues los personajes y la trama ya están allí, ya han sido creados. No soy una actriz, pero imagino que traducir obras de ficción es un poco como un actor que desempeña un papel, en contraste con el dramaturgo que lo escribió. Ambos aportan algo de sí a la actuación final. Por otro lado, diría que al traducir ficción me siento un poco como cuando estoy trabajando en el segundo borrador de mi propia novela.

 

8. Como traductores y escritores, consideramos que la traducción de la literatura juega un papel importante a nivel cultural, social y hasta educativo, ¿cuál es su opinión?

La literatura supone una oportunidad inmediata de aprender sobre culturas diferentes, de sumergirse en ellas y sentirse involucrado, de conocer otros puntos de vista diferentes a los de tu país. Ser capaz de leer literatura procedente de todo el mundo ayuda a romper las fronteras y promueve el entendimiento. Traducir es una manera de conseguir que la amplia variedad de literatura internacional sea accesible a cualquiera, sin importar la lengua que se hable.

 

9. En el mundo anglosajón existen premios (Marsh Award for Children´s Literature in Translation, Gulf Coast Prize in Translation, Popescu Prize, etc.) para fomentar la traducción de la literatura extranjera hacia el inglés. Y dado que el porcentaje de libros traducidos en el Reino Unido ronda el 4 %, ¿en qué medida consideras que estas iniciativas fomentan la traducción de literatura?

Creo que en un mercado doméstico abarrotado y competitivo, cualquier iniciativa que incremente la situación actual de las traducciones literarias es buena. Siento que la traducción de literatura en el Reino Unido se sigue subestimando bastante, pero esta situación está cambiando poco a poco, y los concursos y premios ayudarán al proceso, además de proporcionar el tan necesario impulso que necesitan los traductores individuales en sus carreras.

 

10. ¿Cómo ve el futuro de la traducción? Y en concreto, el de la traducción de literatura.

Algunas personas están preocupadas por que fenómenos como las traducciones automáticas supongan el fin de las traducciones humanas como carrera. No lo creo en absoluto. Como he dicho anteriormente, la habilidad de escribir bien es esencial para una buena traducción, ya sea comercial o literaria, y pasará mucho tiempo, si es que acaso llega, antes de que la inteligencia artificial pueda “pensar” de forma suficientemente creativa para conseguirlo. Puede suponer un crecimiento constante de competencia, pero siempre habrá hueco para los traductores buenos.

En cuanto a la literatura que se traduce, los modelos están cambiando. Confío en que la globalización y la conciencia en aumento conduzcan a un incremento de la demanda de traducción de literatura extranjera por parte de los lectores. En un mercado editorial abarrotado puede que pase un tiempo antes de que las editoriales tradicionales presten más atención a dicha literatura, pero pequeñas imprentas, que se centran en la calidad de la traducción literaria y que usan con frecuencia las suscripciones o los métodos de cooperación colectiva y mecenazgo, están demostrando que es posible tener éxito.

 

Mª Carmen de Bernardo Martínez